[vc_row type=»in_container» full_screen_row_position=»middle» scene_position=»center» text_color=»dark» text_align=»left» overlay_strength=»0.3″][vc_column column_padding=»no-extra-padding» column_padding_position=»all» background_color_opacity=»1″ background_hover_color_opacity=»1″ width=»1/6″ tablet_text_alignment=»default» phone_text_alignment=»default»][/vc_column][vc_column column_padding=»no-extra-padding» column_padding_position=»all» background_color_opacity=»1″ background_hover_color_opacity=»1″ width=»2/3″ tablet_text_alignment=»default» phone_text_alignment=»default»][vc_column_text]La Clásica de Almería ha cerrado el acuerdo con el equipo australiano y confirma su presencia en la línea de salida de su trigésima edición, a disputar el próximo 12 de febrero, uniéndose a los belgas de Lotto – Soudal, confirmados hace apenas unos días. Ambos equipos están encuadrados en la categoría UCI World Teams, máxima categoría del ciclismo mundial.
Será la primera vez que Orica – Bixeexchange, que debutó como equipo en 2012, esté presente en la Clásica, aunque no es la prueba almeriense una desconocida para muchos de sus ciclistas, y tampoco para su director, Neil Stephens, que la ha disputado varias veces como ciclista, en las filas del equipo ONCE, y que en la edición de 1996, fue protagonista absoluto de la carrera al protagonizar una escapada en solitario que durante 140 kilómetros le disputó las posibilidades de victoria al pelotón, que finalmente consiguió cazarlo a escasos 12 kilómetros de la meta, ubicada en el paseo de Almería, donde el campeón belga Wilfried Nelissen se impuso al sprint.
Desde sus inicios, en 2012, la vocación del equipo se enfocó principalmente a las clásicas y las victorias de etapa, gracias principalmente a figuras como Simons Gerrans, y la incorporación en 2013 del joven talento Michael Matthews (ganador de la Clásica de Almería de 2012), o a expertos cazadores como Daryl Impey, Michael Albasini o Pieter Weening. Pero poco a poco, Orica se ha ido convirtiendo en una verdadera potencia del pelotón, con capacidad para disputar la victoria de cualquier carrera del calendario, siendo la recién finalizada temporada 2016, el ejemplo claro del potencial que la escuadra australiana tiene en la actualidad, y en la que se ha alzado con 29 victorias en terrenos tan distintos como los adoquines de la Paris – Roubaix, los muros del Giro de Lombardía o las cumbres de la Vuelta a España y el Giro de Italia, carreras ambas en las que se ha subido al pódium final.
La plantilla del equipo presenta un equilibrio claro entre consagrados ciclistas veteranos y jóvenes talentos que en algunos casos se perfilan como auténticos dominadores del ciclismo en los próximos años.
De los primeros, destacan Simons Gerrans, Michael Albasini, Roman Kreuziger (recién incorporado para la temporada 2017), y Mathew Hayman, este último, flamante vencedor de la Paris – Roubaix 2016, en la que se impuso al ya mítico Tom Boonen.
Por su parte, Gerrans cuenta en su palmarés con cuatro Tour Down Under, la Lieja-Bastogne-Lieja de de 2014 y la Milan-Sanremo de 2012, el Gran Premio de Plouay y dos etapas en el Tour de Francia.
Otro de los veteranos, el suizo Michael Albasini, es el prototipo del cazador de etapas, potente en todos los terrenos, sobre todo en el llano, y con capacidad para reconocer las escapadas buenas y resolver luego las llegadas en pequeños grupos. Tiene victorias de etapa en La Vuelta a Cataluña, además de la victoria final en la edición de 2012, en el Tour de Romandia, donde ha ganado en seis ocasiones, en el Tour de Suiza (otras tres etapas) y en 2010 se adjudicó la general del Tour of Britain.
Pero, si en algo esta destacando Orica, sobre todo en estas dos últimas temporadas es por la irrupción de varios de sus jóvenes talentos y los espectaculares resultados que, pese a su juventud, están consiguiendo ya en las carreras más importantes del calendario.
El más joven de ellos es Caleb Ewan, joya del ciclismo australiano, que con 22 años se plantea ya, junto con Fernando Gaviria (Etixx-Quick Step), como la punta de la lanza de la generación que sucederá a Mark Cavendish y Andre Greipel como dominadores de las llegadas masivas.
Su perfil físico, parecido al de Cavendish en talla y peso, le convierte ya en uno de los corredores más rápidos del pelotón y aunque aún es un corredor protegido, que disputa un calendario reducido enfocado a la formación, ya se ha adjudicado etapas en el Tour Down Under, la Vuelta a España y ha ganado la Clásica de Hambugo, que se unen a un palmarés de lujo en categorías inferiores.
Solo dos años más tienen los gemelos, Simon y Adam Yates. De perfiles muy similares, Simon ha destacado en 2016 en la Vuelta a España donde se llevo una etapa y disputó la general a corredores de la talla de Froome y Nairo Quintana, alzándose finalmente con la sexta plaza de la clasificación general y mostrando que unos pocos años puede estar con los mejores en las grandes vueltas si decide enfocar su carrera en ese tipo de carreras.
De igual manera, Adam brilló en el Tour de Francia, donde se quedo fuera del pódium a apenas 20 segundos del tercer clasificado, Nairo Quintana, y donde completó una actuación de mucho nivel en la que, pese que era la primera vez que peleaba la general de una gran vuelta, disputó los puestos de honor hasta el último día tanto a Romain Bardet (2º clasificado) como a Quintana (3º), quedando finalmente en una cuarta plaza por delante de corredores de la talla de Richie Porte, Alejandro Valverde o Joaquim Rodríguez.
Junto a ellos, y ya saliendo de consideración de joven talento, para convertirse, a sus 26 años, en una figura consagrada del pelotón internacional, aparece Johan Esteban Chaves. El corredor colombiano ya completó una temporada 2015 espectacular, dando la sorpresa al colocarse de líder de la Vuelta a España, al ganar la segunda etapa en Caminito del Rey, y clasificándose quinto en la general final. Y en 2016 ha seguido progresando y perfilándose como un hombre ya a batir en este tipo de carreras, habiéndose subido al pódium tanto en el Giro de Italia (2º en la clasificación general y ganador de una etapa) como en la Vuelta, tercero, además de haber completado un final de temporada perfecto al ganar en la misma semana el Giro dell’Emilia, el Duo Normand y el Giro de Lombardía.
Es indudable, la relevancia que tiene que equipos de tanto nivel se interesen en la Clásica de Almería y que cada año conviertan a la carrera en uno de sus primeros objetivo de la temporada. La presencia de Orica Bikeexchange en la salida se suma a la ya anunciada de Lotto Soudal, y ambos equipos plantean ya una apuesta clara para disputar la victoria. Si los belgas presentan una plantilla enfocada a este tipo de carreras, las capacidades del equipo australiano para hacerle frente no se quedan atrás. A sus sprinters de primera línea, Caleb Ewan y Simons Gerrans, hay que sumar la punta de velocidad de corredores como Luka Mezgec o Jens Keukeleire(vencedor en Bilbao de la 12ª etapa de la Vuelta a España) y la potencia de rodadores como Mathew Hayman, Luke Durbridge o Michael Albasini, con los que el equipo australiano presentará una seria candidatura a la victoria final en la XXX Clásica de Almería.
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