Presentada en el Patio de Luces de la Excelentísima Diputación de Almería, todo está listo ya para que el próximo domingo, 17 de febrero, se celebre la trigésimo segunda edición de la Clásica de Almería, la única prueba de categoría 1.HC del calendario español y una de las citas más importantes del Europe Tour de la UCI en este arranque de temporada. Con un recorrido de 192,5 kilómetros, la Clásica de Almería volverá a ser una de las carreras de referencia para los mejores sprinters del momento, que volverán a ser los principales favoritos en la línea de meta de Roquetas de Mar, a la que llegaremos por cuarto año consecutivo para decidir el nombre del ganador de una prueba que arrancará desde la ciudad de Almería.
Pese a la presencia, en la primera parte de la jornada, de cuatro puertos puntuables como son el Alto de Cuesta Blanca (3ª categoría), Collado de Lucainena (4ª categoría), Balcón de Sierra Alhamilla (3ª categoría) y el Alto de Turrillas (2ª categoría), la historia y, sobre todo, la participación nos indican que la cita andaluza volverá a vivir un más que posible sprint masivo para conocer el nombre del sucesor del australiano Caleb Ewan en su palmarés.
Almería, capital de la provincia que da nombre a la primera gran clásica del calendario europeo, volverá a acoger la salida de la prueba. Los aficionados almerienses podrán ver a algunos de los mejores ciclistas del mundo a partir de las 12:00 horas, cuando la Avenida Federico García Lorca acoja el control de firmas antes de que la prueba arranque a las 13:05 con un recorrido neutralizado de 5,5 kilómetros por las calles de la capital antes de pasar junto a la pancarta del kilómetro cero para dar paso a un terreno continuamente ascendente que llevará al pelotón al primer sprint intermedio del día, situado en Tabernas (Km. 27,8) y, sin dejar de tomar altura en ningún momento, al Alto de la Cuesta Blanca (Km. 40,9).
La llegada a esa primera cima no supondrá, en absoluto, un alivio para los corredores, que entrarán en una zona pestosa de continuos sube y baja hasta llegar al segundo sprint intermedio del día, en Uleila del Campo (Km. 52,7), punto desde el que, ahora sí, se entra en una zona algo más favorable para desembocar en el avituallamiento de Sorbas justo antes de afrontar una segunda ración de montaña con las cimas del Collado de Lucaicena (Km. 88,7), Balcón de Sierra Alhamilla (Km. 90) y el Alto de Turrillas (Km. 95,7) techo de la carrera con sus 780 metros de altura sobre el nivel del mar.
Aunque esa cima está situada a todavía 96 kilómetros para la línea de meta, todo aquel que quiera evitar una llegada masiva en Roquetas de Mar tendrá que tratar de aprovechar la oportunidad que le ofrece esta primera parte del recorrido ya que, desde esa última cima, el pelotón volverá a poner rumbo hacia el Mediterráneo para, pasando previamente por los sprint intermedios de Rioja (Km. 129,1) y Almería (Km. 150), dejar la línea de costa a la izquierda y buscar la línea de meta en un terreno muy favorable para que los equipos de los velocistas puedan controlar la carrera a su antojo.
Como ocurre con todas las grandes citas de este deporte, son muchos los municipios que han querido ligar su nombre al de la Clásica de Almería. Así, además de la propia capital provincial, punto de salida y de uno de los sprint intermedios; Roquetas de Mar, destino final de este viaje de casi 200 kilómetros y los ya mencionados Tabernas, Uleila del Campo y Rioja, todos ellos escenarios de esos sprint intermedios; también Viator, Sorbas, Lucainena de las Torres y Turrillas se han volcado con la organización de la Clásica de Almería y acogerán el paso de la prueba por sus calles.
Buena prueba de la gran importancia y enorme repercusión que la XXXII Clásica de Almería tiene en todo el mundo del ciclismo es la presencia en la carrera de las cámaras de Eurosport, que conectará en directo con la carrera a las 17:00 horas, cuando el según el horario intermedio previsto, los corredores estén atravesando Almería y encaren ya los últimos 40 kilómetros de carrera hacia Roquetas de Mar. Como ya se ha indicado, tanto la participación como los antecedentes históricos de la carrera, que sólo ha visto triunfar una fuga en dos de sus ediciones, hacen pensar en otro bonito y emocionante final al sprint en las calles del municipio roquetero, pero esa parte final de la prueba con el mar Mediterráneo a la izquierda puede convertirse en un terreno mucho más incómodo de lo inicialmente previsto si el siempre imprevisible viento hace acto de presencia.
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