Habrán hecho bien los mejores sprinters del pelotón internacional y sus equipos en tomar buena nota de lo sucedido entre el viernes y el sábado en la Vuelta a Murcia, donde un poderosísimo Astana, liderado por un tridente español que volverá a unirse en la trigésimo segunda edición de la Clásica de Almería, que unirá, sobre 192,5 kilómetros la capital provincial y Roquetas de Mar, donde Luis León Sánchez, Pello Bilbao y Omar Fraile se erigen como los grandes peligros para esa llegada masiva que la lógica y la historia hacen presagiar.
Nadie podía dudar de la valentía del equipo kazajo, uno de los más ofensivos del pelotón internacional, pero lo visto en estos dos últimos días, unido al terreno quebrado de la primera mitad de la clásica andaluza y del viento que, al menos en la víspera del gran día, sopla con fuerza en la zona; añade algo más de picante a una prueba, la única de categoría 1.HC del calendario español y la primera del calendario europeo junto al Trofeo Laigueglia que, también el domingo, se disputará en Italia.
Como decimos, el flamante ganador de la Vuelta a Murcia, que ha sido capaz de dejar con la miel en los labios por dos veces al campeón de Europa, Matteo Trentin (Mitchelton-Scott), uno de los grandes velocistas que estarán en la línea de salida de la Avenida Federico García Lorca; se ha ganado, por derecho propio, la etiqueta de favorito para la Clásica de Almería frente a un buen puñado de velocistas entre los que el ganador de la segunda etapa de la Volta a la Comunitat Valenciana en las calles de Alicante será uno de los hombres más vigilados al encabezar a la escuadra que, ya sin él en sus filas, llevó a Caleb Ewan al triunfo hace dos año.
Pero Trentin no será el único hombre rápido que tratará, junto a sus compañeros, de evitar a toda costa que los Astana y el resto de equipos sin tanta punta de velocidad puedan descontrolar la carrera. Marcel Kittel (Katusha-Alpecin), el quinto corredor en activo con más triunfos y que, con 89, está más cerca de alcanzar al cuarteto de centenarios formado por André Greipel (156), Mark Cavendish (146), Alejandro Valverde (122) y Peter Sagan (110), es el claro referente en su vuelta a la competición tras ganar el Trofeo Palma a principios de este mismo mes.
Algo parecido sucede con su compatriota Pascal Ackermann (Bora-Hansgrohe), el hombre que el año pasado consiguió sumar más triunfos que el gran referente de su equipo, el tres veces campeón del mundo Peter Sagan. Recién estrenado su 2019, Ackermann afronta en Almería su tercer día de competición y lo hace encabezando un Bora-Hansgrohe que sabe, como ha demostrado en infinidad de ocasiones, llevar en volandas a sus hombres rápidos.
Tampoco habrá que perder de vista a un Jakub Mareczko (CCC), que con 40 triunfos en su hoja de servicios se ha ganado, con 24 años, el salto al World Tour de la mano del conjunto heredero del ya histórico BMC, donde tiene la ingente misión de compartir galones con el campeón olímpico, Greg Van Avermaet. El italiano podría ser considerado la punta de lanza del grupo de jóvenes especialistas que podrían buscar en la Clásica de Almería su consagración como grandes velocistas del pelotón internacional. Hablamos de corredores como el francés Lorrenzo Manzin (Vital Concept-B&B), que debuta en Europa tras su fenomenal paso por La Tropicale Amissa Bongo, donde se llevó dos etapas y sólo se vio superado en la general por otro gran sprinter como Niccolò Bonifazio.
Aunque en su caso ya no se puede hablar de rotunda juventud, los 26 años de Cristophe Laporte (Cofidis) permiten que todavía hablemos de un hombre en plena evolución que, además, llega a Almería avalado por un excepcional paso por la Estrella de Bessèges, que dominó a su antojo.
Un grupo, el de consagrados sprinters, que cierra un Timothy Dupont (Wanty-Gobert) que sólo pudo ser superado por Kittel en el Trofeo Palma y que el pasado año se llevó la gloria en una de las clásicas para velocistas por excelencia del calendario mundial, la planísima Schaal-Sels.
Junto a ellos, un interesante grupo de outsiders con hombres como Thomas Boudat (Direct-Energie), Jon Aberasturi (Caja Rural-Seguros RGA) o, por supuesto, Carlos Barbero (Movistar) y aquellos conjuntos que, sin hombres rápidos en sus filas, buscarán la sorpresa en la primera parte de la carrera o, ya con el Mediterráneo a la izquierda, alguna jugada estratégica que desbarate el control del pelotón.
Todo ello, unido a un recorrido ya conocido por todos, conforman los ingredientes necesarios para que este domingo de febrero vuelva a ser una gran fiesta del ciclismo. Tras la salida de Almería, prevista para las 13:05 horas, el pelotón pondrá rumbo al interior de la provincia de Almería para buscar los altos de Cuesta Blanca, Collado de Lucainena, Balcón de Sierra Alhamilla y Turrias, terreno en el que los velocistas tratarán de minimizar la pérdida de fuerzas antes de apuntar de nuevo a la línea de costa para, tras una nueva visita a las calles de Almería, donde se ubicará el tercer y último sprint intermedio (tras los de Tabernas, Uleila del Campo, Rioja), enfilar hacia Roquetas de Mar, donde espera un circuito urbano que dará la oportunidad a todos los aficionados roqueteros de ver de cerca a los corredores antes de que se jueguen el triunfo en la Avenida Rey Juan Carlos I.
Una recta de meta donde la organización se ha volcado para que todos los amantes del ciclismo puedan vivir los últimos kilómetros de la prueba instalando para ello una pantalla gigante en la que se verán en directo las dos últimas horas de una Clásica de Almería que, recordemos, este año se podrá ver en toda Europa gracias a la señal de Eurosport, que conectará a las 17:00 horas con la prueba.
Comentarios recientes