La Clásica de Almería llega este domingo, 16 de febrero, a su 33ª edición con muchas novedades, pero manteniendo su carácter y espíritu de prueba pensada para que los mejores sprinters del pelotón internacional puedan lucirse en la ya tradicional meta de la Avenida Juan Carlos I de Roquetas de Mar.
En esta ocasión, la prueba andaluza, con la que el calendario europeo inaugura la nueva categoría Pro Series en lo que a carreras de un día se refiere, se disputará sobre un recorrido de 187 kilómetros con salida y meta en Roquetas de Mar.
Precisamente, el punto de partida de esta edición será una de las principales novedades que presente la carrera almeriense. La preciosa zona del puerto de Roquetas de Mar albergará en esta ocasión la salida de la carrera, dando así oportunidad a todos los aficionados a ver de cerca de algunas de las principales figuras del pelotón internacional antes de que a las 13:30 horas comiencen su periplo hacia la zona occidental de la provincia.
Aunque las predicciones meteorológicas nos adelantan un precioso día de temperaturas casi primaverales, con máximas que rozarán los 20 grados, uno de los factores que pueden poner un punto más de dificultad a la carrera será el siempre impredecible viento del Mediterráneo.
Antes de afrontar la primera dificultad montañosa del día, el Alto Aljibe de la Cruz (2ª categoría), el pelotón rodará paralelo a la costa donde, si se dan las circunstancias adecuadas, podríamos ver los primeros momentos de nerviosismo que, en cualquier caso, no deberían ser cruciales en la pelea final.
Como también es tradición, aunque en esta ocasión se haya optado por un itinerario muy distinto al de las últimas ediciones, la primera mitad de la carrera discurrirá por un terreno quebrado ideal para las escapadas y para que los equipos con menos interés en una llegada masiva traten de poner en dificultades a los grandes sprinters.
Esa, descolgar a los velocistas, es una tarea complicada, pero no imposible. Sólo hace falta remontarnos a 2019 para ver cómo buena parte de los favoritos se vio sorprendida a las primeras de cambio y tuvieron que correr toda la jornada a la contra para tratar de solventar una situación que se les complicó sobremanera en esa primera mitad de carrera.
Al ya mencionado Alto Aljibe de la Cruz habrá que añadir lo de La Alquería (3ª categoría), Fuente Marbella (3ª categoría) y una peligrosa trampa situada a 50 kilómetros de la llegada con la Cuesta de Almerimar (4ª categoría).
Y, de nuevo, será el viento el factor que, por impredecible, mayores quebraderos de cabeza pueda traer a los equipos que quieran controlar la prueba en la parte final de la misma. Una vez más, con el Mediterráneo a un flanco, el pelotón pondrá rumbo de regreso a Roquetas de Mar donde, tras dos pasos previos por la línea de meta, se decidirá el nombre del corredor que suceda a Pascal Ackermann en el palmarés de la Clásica de Almería.
Ackermann quiere repetir
Precisamente, Pascal Ackermann (Bora-hansgrohe), portador del dorsal número uno, partirá como uno de los grandes favoritos al triunfo final. Tras su gran victoria de hace ahora doce meses, el alemán ya ha avisado de que vuelve para tratar de repetir y, de esa manera, igualar a Massimo Strazer como corredor con más victorias en la cita almeriense y ser el primero que triunfa en dos ediciones consecutivas.
Pero el velocista del Bora-hansgrohe, uno de los más laureados del pasado año con 13 triunfos (sólo superado por los 15 de Dylan Groenewegen), no lo tendrá nada fácil. Frente a él, Elia Viviani (Cofidis) encabeza una nómina de sprinters entre los que se encuentran primeras figuras como Bryan Coquard (B&B Hotels-Vital Concept), Alexander Kristoff (UAE-Emirates) o Davide Cimolai (Israel-Start Up Nation).
Todo ello, sin desmerecer a buenos clasicómanos como Oliver Naesen (Ag2r-La Mondiale), Nils Politt (Israel-Start Up Nation), Andrea Pasqualon (Circus-Wanty) o Thomas Boudat (Arkéa-Samsic).
En directo por Eurosport
La carrera podrá ser seguida en directo a través de la señal de Eurosport, que conectará con la Clásica de Almería a las 17:00 horas, cuando todavía restará alrededor de hora y media para el final y, por lo tanto –si se cumplen los pronósticos y todo se decide en un sprint–, el pelotón comience la pelea por posicionar a los velocistas de la mejor manera posible para la disputa del triunfo final.
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