La Clásica de Almería, prueba con la que se abrirá la campaña de grandes clásicas en territorio europeo, es una carrera en la que los sprinters han tenido, tradicionalmente, un dominio claro. Fiel a su filosofía, la 34ª edición de la prueba de la Costa de Almería volverá a presentar un trazado en el que los hombres más rápidos del pelotón internacional tendrán la opción de lucirse en la línea de meta de Roquetas de Mar y que, en comparación con la celebrada hace doce meses con triunfo de Pascal Ackermann, apenas presenta variaciones de importancia.
Aunque no tendrá influencia en el desarrollo mismo de la carrera, la línea de salida se ha trasladado este 2021 hasta la localidad de Puebla de Vícar, desde donde el pelotón buscará la tradicional primera mitad quebrada antes de volver al nivel del mar y preparar lo que, salvo gran sorpresa, será la tradicional volata de la Avenida Juan Carlos I de Roquetas de Mar, una llegada que ya se ha asentado como uno de los puntos de referencia del pelotón internacional en el arranque de cada temporada.
Como en otras ocasiones, la primera parte de la jornada estará protagonizada por un terreno quebrado en el que será fundamental que los equipos con intereses en el sprint sepan controlar la carrera sin minar en exceso las fuerzas de sus rematadores. Nada más salir de Puebla de Vícar el pelotón circulará unos kilómetros de forma paralela a la costa para, tras poco más de 15 kilómetros de pedaleo, afrontar el primer sprint especial del día situado en San Agustín.
Desde allí, el grupo pondrá rumbo hacia el Alto de Celín (2ª categoría) cuya cima, a 530 metros sobre el nivel del mar, se sitúa en el kilómetro 49,5 y representa el ‘techo’ de esta edición de la Clásica de Almería.
Desde su cima, se iniciará un largo descenso de 20 kilómetros que nos llevará, de nuevo, al nivel del mar para, tras el sprint especial en Adra, retomar la montaña con dos subidas consecutivas como son las del Alto de La Alquería y el Alto de Fuente Marbella, ambos de tercera categoría.
A estos dos puertos puntuables le seguirá un tramo de falso llano jalonado de incómodas subidas que derivará en un regreso al nivel del mar para la disputa del sprint especial de Balanegra, tercero de los cuatro pasos de este tipo que se han programado para esta edición de la carrera andaluza.
Con poco más de 50 kilómetros para la línea de meta el pelotón todavía tendrá que afrontar un pequeño muro en la Cuesta de Almerimar, una tachuela que podrían aprovechar los más fuertes y valientes para tratar de poner tierra de por medio y buscar una aventura épica.
El pelotón regresará, siguiendo la línea de costa, a Roquetas de Mar para hacer un primer paso por la línea de meta cuando todavía queden 27 kilómetros para el final, justo después de la disputa del último sprint especial, también en la localidad roquetera.
De esta forma, el pelotón visitará la práctica totalidad del municipio roquetero dando tres vueltas al circuito final para, tras 183,3 kilómetros de competición, terminar disputando la victoria en la ya tradicional llegada de la Avenida Juan Carlos I.
La salida neutralizada de la carrera está prevista para las 12.55 horas y desde la organización se ha querido insistir en pedir a los aficionados que este año no se acerquen a las zonas de salida, meta o a las cunetas para que la prueba pueda disputarse respetando todas las medidas de seguridad sanitaria y, de esta forma, no suponer un peligro para el control de la pandemia.
En lo que respecta a la resolución de la jornada, la llegada, según el horario intermedio previsto, se producirá en torno a las 17:30 horas y podrá ser vista en directo a través de las cámaras de Eurosport y Global Cycling Network, que aumentarán su tiempo de emisión ofreciendo las dos últimas horas de carrera.
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